Danza al mar

Cada persona es un océano con una isla en movimiento.

Para esta pieza busqué la inspiración en el mar. En ese mar inmenso, en aquel que se presenta de forma infinita y eterna. Mi mente no es capaz de hacer una imagen real de su magnitud, me es literalmente inimaginable. Esto mismo nos sucede con las personas, nuestra mente siempre se hará una imagen muy reducida de quien tengamos delante, incluso de quienes somos realmente, imagen la cual está a años luz de la realidad que puede abarcar.

A lo largo de nuestra inmensa realidad estamos presentes sin que cesen las olas, alteraciones de corrientes de aire. Pero esas olas a pesar de tener un concepto y nombre único, siguen siendo el mar. Es justo lo que quiero hacer recordar con esta pieza, no olvidemos que las olas son nuestra esencia

Todas mis esculturas son personalizables, el acabado, el tamaño, color o incluso forma no son definitivos.

El precio final depende del tamaño y el acabado. Para obtener un presupuesto preciso contacta conmigo y ¡manos a la obra!

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Unión eterna. Rojo