Hija de la tierra

No hay lugar a duda, el acero oxidado es de vuestros preferidos. Su aspecto natural, innovador, nulo mantenimiento, aspecto visual y textura arrasa en todos los estudios de arquitectura y paisajismo. Pero, ¿y si o llevamos al arte? Más allá de encontrarlo en fachadas de edificios y en jardineras.

Con esta pieza trato de integrar la naturaleza en el espacio, su color tierra se mimetiza y el aspecto de la superficie corten se va modificando y mejorando a lo largo de los años, lo que se conoce como el “curado” del acero.

En la imagen puedes ver una pieza con soporte y otra para colgar en la pared.

Todas mis esculturas son personalizables, el acabado, el tamaño, color o incluso forma no son definitivos.

El precio final depende del tamaño y el acabado. Para obtener un presupuesto preciso contacta conmigo y ¡manos a la obra!

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